La crisis de la Covid-19 ha puesto de relieve el carácter esencial del transporte público para garantizar el acceso y la continuidad de los servicios básicos.
Para hacer frente a las graves consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la pandemia y asegurar ciudades más sostenibles y saludables a medio y largo plazo, es fundamental establecer un marco estable de financiación, que permita planificar inversiones y servicios de movilidad urbana de calidad. La Estrategia 2030, la Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte asociada, y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia deben apostar, de manera decidida, por el transporte público.
Administraciones, asociaciones, operadores públicos y privados de transporte y la industria debatirán sobre los retos y oportunidades en relación con esta agenda estratégica.